48 aniversario CIESAS

Ciudad de México, a 19 de septiembre de 2021.

 

Hola,

Saludamos a todas y a todos, integrantes de la comunidad del CIESAS, en este mes de septiembre, en que cumplimos justo 48 años de vida como institución, gracias a la reconocida y cada vez más memorable visión e iniciativa que nos legaron los investigadores precursores: Gonzalo Aguirre Beltrán, Guillermo Bonfil Batalla y Ángel Palerm Vich.

Saludamos a nuestras investigadoras e investigadores precursores que acompañaron a la generación fundadora, y que han enriquecido con su trabajo a la institución; y recordamos hoy con afecto a quienes ya no están con nosotros, en particular en el último año y medio: a la Dra. Victoria Novelo, al Maestro Juan Manuel Pérez Zevallos, del mismo modo que lamentamos la desaparición de Mayela Álvarez. 

Saludamos a investigadoras e investigadores, a quienes son nuestros contemporáneos, a nuestro personal colaborador, al personal administrativo, al personal de intendencia, al personal operativo, al personal de seguridad, a todos quienes colaboran directa o indirectamente en cada una de las funciones sustantivas dentro de las Siete Sedes, así como en los cuatro inmuebles de la Ciudad de México.

Saludamos también con afecto a nuestros alumnos y en particular a nuestros exalumnos, incluidos los más antiguos, de nuestras dos únicas generaciones de licenciatura, que se cursaron a finales de 1970 y a principios de 1980.

Los años que van de 1973 a 2021 vieron transformarse el CISINAH original en el CIESAS actual. Mucho podría abundarse acerca de la historia de logros, ajustes y etapas de crecimiento y despliegue del CIESAS.

Pero en este muy breve mensaje quisiera colocar en su justa dimensión el papel fundamental que han jugado en la vida expansiva del CIESAS todos aquellos esfuerzos con sello individual, gracias a los cuales se han ido creando, una a una, las Sedes Regionales: en la Ciudad de México; en Golfo en 1982; en Sureste en 1985; en Pacífico Sur y Occidente, ambas en 1987; y en las más jóvenes Peninsular y Noreste, después del 2000.

La presencia, la cobertura y la obra del CIESAS que ha alcanzado en el campo de las disciplinas humanísticas y sociales es hoy notable y -podría decirse- insustituible.

El riesgo de la omisión es muy alto, pero nos atreveremos a plantear cómo un gran conjunto de las investigaciones del CIESAS hoy forman parte del acervo de consulta obligada en México y en América Latina:

Por ejemplo, en problemáticas relacionadas con la tierra; con el impacto local y regional de procesos rurales y urbanos; con el patrimonio indígena a través del estudio de códices y de fuentes primarias; con la historia social y económica del país; con las lenguas indo americanas y sus sistemas de conocimiento; con el análisis del discurso oral, escrito y visual; con la diversidad de campos jurídicos vigentes en el país; con los procesos migratorios; con los abordajes sucesivos a lo largo de estas décadas: de clase, de etnia y de género; con las identidades; con las instituciones y prácticas educativas del pasado y el presente; con las relaciones de poder vinculadas a las dinámicas de la salud; con la violencia social y hacia las mujeres y los niños; con la transición de las nociones de riesgo; con emergencia tecnológica y su impacto en la antropología y en la antropología audiovisual; con los enfoques ambientales que derivan en el empleo de recursos naturales en la población; con la riqueza biocultural; con los bienes comunes y con los bienes patrimoniales, por ejemplo.

El aniversario del CIESAS es ocasión para reconocer e intentar replicar el esfuerzo y la constancia de quienes lo fundaron, de todas y de todos quienes han ido creando sus bases firmes, en cada una de las siete Sedes.

Ser parte del CIESAS es, en sí misma, una forma de ser singular en el ámbito académico.

CIESAS es la casa noble de la reciprocidad, de la relación horizontal, de la relación interactiva. De esa manera, ha sido posible ver nacer y ver funcionar y crecer, siempre con esfuerzos y altas convicciones individuales, a cada una de las Unidades Regionales, a cada uno de los programas de posgrado, a cada uno de los proyectos, a cada uno de los programas especiales, laboratorios y cátedras institucionales.

CIESAS es por así decirlo una casa noble, en la que habitan esforzados integrantes que están investidos por los atributos de la reciprocidad, la corresponsabilidad y la preocupación permanente por el funcionamiento correcto de la institución, con toda la dosis de pasión que ello conlleva.

Esos atributos tienden de modo comprensible a lo horizontal, a lo extendido, a hacerle lugar a nuevas ideas, a los enfoques actualizados. Reconocemos ese, nuestro rasgo distintivo, como una fortaleza propia, una fortaleza original, que garantiza y garantizará la mejora y el crecimiento de nuestros resultados como institución.

Por ello, creemos que el camino deseable del CIESAS en el futuro es el que garantiza la mayor sostenibilidad y la mejora de todas sus actividades sustantivas, así como la mayor convicción de sus integrantes. Queremos decir que el camino deseable del CIESAS es el afianzamiento de su cualidad extendida y horizontal, de su cualidad descentralizada y de su cualidad dispuesta a la interacción.

El mejor camino, en suma, es fortalecer el Sistema Nacional CIESAS, mediante un mayor intercambio, una mayor movilidad entre sus Unidades Regionales y sus programas, y una mayor interacción entre sus proyectos y sus miembros.

Luego de año y medio de contingencia difícil para el país, en este aniversario número 48, justo en el contexto del proceso paulatino de retorno a las actividades presenciales (de modo ordenado y lo más seguro posible), les ratificamos nuestros propósitos para mantener y perseverar, al lado siempre de la Comunidad CIESAS, con el mismo impulso propositivo y denodado que imprimieron los fundadores a la institución, en el ya lejano septiembre de 1973.

Muchas gracias.

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